viernes, 26 de agosto de 2016

FUI PACIENTE ONCOLOGICO POR CULPA DE LOS RECORTES



Ya sé que impresiona el título, pero lo he creado con toda la intencionalidad. Podéis estar tranquilos sobre mi estado de salud, pues parece que toda mi maquinaria funciona bien, todo lo contrario que al Servicio Andaluz de Salud. Os lo paso a  contar de forma ordenada y demostrada.
El pasado día 23/8/2016 se ha convertido en un día memorable. Todo comenzó con las prisas y los problemas motivados de pasar la consulta habitual de los pacientes de mi cupo, a los que les sumamos los de una compañera de vacaciones: en total más de 3000 pacientes. Añadamos a ello las inserciones de citas extras de pacientes que se les da cita con demoras de 4-5 días tanto de mi cupo como los de mi colega, a los que mal se les denomina como urgencias. Todo ello induce a que todo sea urgente a petición y presiones de no pocos “usuarios del sistema”, sin coto alguno a sus más peregrinas peticiones….Esto ya da para unos cuantos posts….
Incidencias, peripecias, presiones, intentos de ver gente sin cita, “poyaques” de los más variopintos y pacientes que acuden en condiciones a la consulta rellenaron la mañana. La guinda fue finalizando la misma, un paciente anciano con más de 12 problemas de salud que su hijo se lo trajo desde Madrid a vivir con él, pues ya no tenía apoyos en la población de origen y su padre no poder valerse por si mismo. A ello, se le añadía a él no pocos problemas personales, familiares, laborales y sociales que hacían tener que destinarle más de media hora, que se sumaba a otra media hora de demora que arrastraba ya.
Podéis haceros una idea que empezaba ya a tener las baterías casi en reserva, cuando me comentan otra incidencia de otros pacientes míos, a lo que tuve que dar una versión muy distinta de la que en fechas recientes dieron en administración del centro.
Vamos, todo el día de asistencia y sobre todo, gestiones de lo más diversas, a lo que añadir la exasperante lentitud de nuestro programa Canaya…
El remate de todo fue recibir la llamada nerviosa y preocupada de Ely (mi esposa) tras recibir mi hijo en el teléfono de casa a las 9.45 h. una citación a mi nombre en el Servicio de Oncología de nuestro hospital de referencia. Podéis haceros una idea de la situación: ella muy agobiada y dudando si le escondía algo y yo ya agotado y casi sin posibilidad de respuesta.
A las horas que llegaba a casa, no daba cancha para llamar a la persona que dio la citación desde el hospital y en mi centro de salud, nadie sabía nada, pues comprobamos que el origen de la citación era del hospital.
Al día siguiente, y resumiendo, se pudo constatar el error y pude hablar (después de no pocos intentos de contacto) con la persona que emitió la citación. Me argumentaba que había menos personal dedicado al tema de citaciones por tema de los recortes de presupuesto (sin sustitutos de vacaciones) debían de hacer las cosas con mayor presión y prisas, lo cual originaban errores como el que me aconteció a mi. Al final, en vez de poner el nombre de una de mis pacientes (que también venía a nuestra tierra desde Cataluña), me puso a mi al ser su médico de familia.
Menos mal que lo aclaré y mi cita se la dieron a ella, que por desgracia, más falta le hace a ella…
Ya sé que es solo un hecho puntual, pero denota más de lo que muchos venimos protestando.

NO SE PUEDE DAR UNA MÍNIMA CALIDAD ASISTENCIAL POR PARTE DE LOS EMPLEADOS PÚBLICOS CON ESTA SITUACIÓN DE TRABAJO TAN DESFAVORABLE Y QUE TANTO NOS REPERCUTE A TODOS…..



26/8/2016

lunes, 22 de agosto de 2016

SOY UN YONKY DE LOS OLORES




De las cosas que primero supe apreciar tras dejar de fumar fue el tema de los olores. De esto hace 20 años y todavía recuerdo la sensación de apreciar olores que antes por fumar no percibía. Cerca de la casa de mis padres hay una floristería, y a los días de ser un reciente exfumador, pude percibir sus agradables efluvios…algo que me llevé años sin apreciar y me sigo arrepintiendo de no haberlo dejado antes.
No creo que esto suponga una rareza. Creo que todos guardamos olores de la infancia y que en algunas ocasiones se nos reactivan cuando paseamos por sitios con poco movimiento de aire como son calles con escasa circulación. Ya no son muchos los sitios por donde esas sensaciones se pueden percibir por la abundancia de avenidas y mayor tráfico, pero cuando percibo uno de estos olores, hago una completa regresión a la infancia.
Cuando paseo o voy en la moto por las calles del centro, es algo que siempre me agrada: los olores que en ocasiones me llegan y me recuerdan a la infancia, cuando iba caminando al colegio. Eso lo añoro y desearía hacer al ir a mi centro de salud, pero no es algo en lo que me prodigo, pues al ir a domicilios de los pacientes y distar mucho entre ellos en ocasiones, no puedo ir caminando. Por ello debo de coger mi motovidé (que es como se llama la que tengo desde hace unos años…) y no poder abusar de mis zapatos.
Cada vez son más escasos los cascos de bodega donde en los días que suben las temperaturas, salen mágicos efluvios de sus altas ventanas parcialmente tapadas con esterones de esparto. Es una pena que se pierdan esas experiencias olfativas, y cuando paseo con mis hijos o acompañantes, les aconsejo lo perciban pues es algo que está en peligro de extinción. Es más, ya en una ocasión visitando una bodega, le dije a uno de los directivos que una colonia con ese olor podía arrasar en ventas…No hace tampoco tanto tiempo, se acostumbraba a poner una gotita de vino oloroso de nuestra tierra en el pañuelo del bolsillo de las chaquetas como aroma acompañante; por algo será su nombre….no?
Mi consejo es que si alguno es o visita mi tierra, que haga esta experimentación levantándose temprano y paseando por las calles que aún les quedan restos de cascos de bodega. Pero no demoraros en hacerlo, pues como decía, cada vez nos quedan menos lugares por donde poder hacerlo…
A su vez en la consulta, también percibo olores y cambios en los mismos con el trasiego de los pacientes. Con una media de 50 diarios, pueden ser casi 100 experiencias diarias olfativas potenciales (casi todos vienen acompañados). La gran mayoría de las veces son desgraciadamente, olores del “submundo”. En no pocas ocasiones me llega el olor nicotinoso que antes yo mismo portaba, y que me indica el tabaquismo de muchos, que incluso algunos llegan a negar y que son discutidos, pues mi sensibilidad de antiguo fumador raro es que me muestre un falso positivo.
Pero en ocasiones, llegan otros de alto impacto perfumado y agradable. Nadie sabe lo que eso se agradece…


22 de agosto de 2016.

miércoles, 17 de agosto de 2016

NUESTRA SANIDAD ANDALUZA.....MEJORABLE.....


Creo que con lo que decimos, sobran más comentarios............

Ref: Ortega-Marlasca M-M, García AE, et al. EL ESTADO REAL DE LA SANIDAD. El Mundo. Sevilla; 17 de agosto de 2016;