jueves, 5 de diciembre de 2013

CONSULTA PENOSA



Con una media diaria de 45 pacientes diarios valorados en consulta, es normal que tengas consultas de todo tipo, y que las recuerdes de forma distinta: algunas serían neutras, otras frustrantes, lacrimógenas, muy agradables, traumáticas…pero esta se puede decir que fue penosa. Sencillo y contundente.
Era un paciente del que me acordaba pues fue el primero con el que discutí cuando empezaba en mi actual consulta. Recién llegado, casi aterrizando, me entró con una petición para su esposa que se le acaba diagnosticar de un cáncer de laringe con mal pronóstico. Ambos fumadores contumaces. No era algo que estuviera a mi alcance lo que solicitaba, por mucho que yo procurara. Por ello me acordaba y por el abuso en “esas malas artes” con la medicina pública y máxime cuando intentaba hacerme responsable de lo que le pudiera acontecerle por mi negativa. Le recordaba que no era yo tampoco el culpable de su adicción empedernida al tabaco, del cual casi no se aparcó hasta que ya ni su pulmón funcionaba. Hubo mucha acritud en el ambiente….
Al cabo de los años, y tras un cambio de médico, su mujer falleció y no se por qué motivo, volvieron a mi cupo asistencial tanto él como su hija. Ambos fumaban y a ambos le insistía en base a lo acontecido con su esposa/madre. Han sido alrededor de unos 4’5 años insistiendo cada vez que acudían a la consulta por otros motivos, muchos relacionados con el tabaquismo. Siempre registrando ello y teniendo que escuchar…. ¿¿¿Otra vez me saca lo del tabaco???? No me canso, ni me cansaré, como buen exfumador hace unos 18 años ya….
Hace unos días acudió a la consulta con muy mala cara y demacrado. Además de esta carta de presentación, acudía con otro familiar joven, con lo que del tirón le dije….”Alonso (nombre figurado)… malo tiene que ser lo que traes cuando vienes con escolta…”. Su respuesta fue simple: …como lo sabes…
La semana pasada un colega del centro me comentó un caso de un paciente que acudió sin cita (vulgarmente llamado de “urgencias”) por hemoptisis puntual y una placa de rx de tórax que le impresionaba de no ser nada bueno. No sabía de quien era paciente…. Pues nada más merodeado que tratarse de Alonso.
Todo un señor carcinoma bronquial del tipo microcítico al que ya le habían puesto la primera sesión de quimioterapia.
La pena me inundó y en parte no se si asociada a frustración. No pude conseguir que dejara el tabaco y que su final vaticinado se hizo realidad.
Al menos, intenté que procurara que su hija abandonara esa droga perfecta denominada tabaco y que me ayudara en mi “pesadez perpetua” en el tema.
Una pena…


05/12/2013

5 comentarios:

  1. Muy bueno Manolo. Muy buen artículo, de verdad. Pero no te sientas culpable por "no conseguir que lo dejara". Cada cual es responsable de sus actos. Las drogas y adicciones existen y tú no tienes la culpa. De todos modos comprendo tu frustración. Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Gracias Maote¡¡¡. No es frustración, más bien pena de ver que se aproximaba la tormenta y no se daba cuenta. Dándole vueltas al tema, creo que en el fondo ha sido una especie de kamikaze: sabía que se estrellaba, pero pienso que la pena de la pérdida de su esposa le ha inducido a un final parecido al suyo...

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  2. Gracias Maote¡¡¡. No es frustración, más bien pena de ver que se aproximaba la tormenta y no se daba cuenta. Dándole vueltas al tema, creo que en el fondo ha sido una especie de kamikaze: sabía que se estrellaba, pero pienso que la pena de la pérdida de su esposa le ha inducido a un final parecido al suyo....

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  3. ¡Qué viene el lobo! ¡Que viene el lobo! ¿Os acordáis? Ánimo y sigue en tu empeño, cada poquito que hagamos, algo o alguien podrá beneficiarse, aunque para otros sea tarde... Tu persiste que haces lo tuyo por vocación desde "chiquetito". Un abrazo.

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